Si el suelo se mueve al poco tiempo de su colocación o simplemente se descascarilla, por muy bonito que sea, el cliente no apreciará el resultado.
Cuando hablamos de gestión de los costes de construcción, escuchamos a menudo que el beneficio está asegurado en la elección de los materiales (cuanto menos cuesten, más se gana al final del día), mientras que la ejecución de la obra en obra se considera una tarea Un signo de interrogación, los acontecimientos inesperados siempre están a la vuelta de la esquina.
Sin embargo, viendo la otra cara de la moneda, es precisamente en la elección de los materiales donde se determina también el éxito de un proyecto que, por perfecto que sea sobre el papel, puede resultar un desastre si se evitan algunos problemas posteriores al trabajo. Otros factores, como la presencia de humedad, no se tienen en cuenta.
La humedad es uno de los enemigos más insidiosos, si no se toman medidas y no se toman precauciones, se revela cuando ya es demasiado tarde. La solución que proponemos en caso de humedad ascendente es nuestra de tres componentes, que sin duda añade un paso adicional a la construcción del suelo pero que se amortiza con el tiempo.
¿Qué es?
No es más que una capa resinosa que extendemos sobre el suelo existente antes de realizar el ciclo previsto, con la función de bloquear la subida de humedad. Siempre lo recomendamos cuando la humedad del suelo es superior al 13% o cuando no es posible establecer si se había instalado alguna barrera de vapor (nylon, funda, XPS...etc) antes de crear el soporte existente.
Algunos detalles técnicos...
Es un producto neutro de resina epoxi de tres componentes, a base de agua, relleno en su interior con un particular cuarzo. Está especialmente indicado para ambientes húmedos y debe crearse entre el soporte industrial/civil existente (hormigón, soleras, baldosas, mármol, resina vieja, etc.) y las capas resinosas posteriores.
La preparación del soporte objeto de la intervención se realiza mediante lijado, alisado o granallado y posterior limpieza de la superficie. Seguidamente se procede con la aplicación de la imprimación e inmediatamente después, fresco sobre húmedo, con la aplicación de la resina de tres componentes.
Si el suelo existente es de baldosas o está especialmente dañado, se puede utilizar una malla adicional entre este último y el de tres componentes, para garantizar una estabilidad aún mayor en el tiempo. Una vez finalizado el trabajo, la presencia de la malla será completamente invisible, gracias al aporte del cuarzo contenido en esta formulación.
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